Envío y entrega
Existen diversos modos de transporte logístico internacional, como el marítimo, el aéreo, el terrestre, el ferroviario y el multimodal. Cada modo presenta ventajas únicas y se adapta a diferentes escenarios:
1. Transporte marítimo: El transporte marítimo es el modo de transporte más común en la logística internacional, aplicable al transporte de mercancías a granel. Su coste es relativamente bajo y su capacidad es suficiente para transportar mercancías de gran tamaño o peso. Sin embargo, el transporte marítimo es lento y suele tardar varias semanas o incluso más, lo que resulta adecuado para mercancías sin urgencia.
2. Transporte aéreo: El transporte aéreo se utiliza principalmente para mercancías de alto valor o urgentes, como productos electrónicos, alimentos frescos y productos farmacéuticos, por su rapidez y eficiencia. Sin embargo, el alto coste y la capacidad relativamente limitada del transporte aéreo lo hacen inadecuado cuando el volumen o el peso de las mercancías son elevados.
3. Transporte por carretera y ferrocarril: El transporte por carretera y ferrocarril desempeña un papel importante en la logística transfronteriza, especialmente entre Eurasia. El transporte ferroviario ofrece una velocidad moderada y un bajo costo, lo que lo hace adecuado para el transporte de carga a media y larga distancia; mientras que el transporte por carretera ofrece una alta flexibilidad, ideal para la distribución de carga a corta distancia o de "última milla".
4. Transporte multimodal: El transporte multimodal combina los modos de transporte mencionados, aprovechando al máximo sus respectivas ventajas para lograr la solución óptima para el transporte de carga a larga distancia. Por ejemplo, la combinación de transporte marítimo y ferroviario permite encontrar un equilibrio entre costo y tiempo.
Retos y soluciones para la entrega logística internacional
La entrega es una parte crucial de la logística internacional, ya que transfiere las mercancías desde la cadena de transporte hasta el cliente final. En este proceso, las empresas deben afrontar numerosos desafíos:
1. Aduanas y despacho: Las políticas y procedimientos aduaneros varían según el país, lo que puede ocasionar retrasos o costos adicionales al ingresar las mercancías en la aduana. Por esta razón, las empresas necesitan preparar con antelación la documentación completa, como facturas, listas de empaque, certificados de origen, etc., para garantizar un despacho aduanero sin contratiempos.
2. Seguridad en el transporte: Durante el transporte de larga distancia, las mercancías pueden correr el riesgo de pérdida, daño o robo. El uso de tecnología de rastreo moderna (como etiquetas GPS o RFID) y la selección de proveedores de servicios logísticos de confianza pueden reducir eficazmente estos riesgos.
3. Distribución de última milla: En la distribución urbana, la última milla suele ser el segmento menos eficiente y más costoso. Mediante la introducción de tecnologías innovadoras como drones, vehículos autónomos o microcentros de distribución, las empresas de logística pueden mejorar la eficiencia de las entregas.
4. Cambios ambientales y regulatorios: Las políticas ambientales, las regulaciones fiscales y las medidas de prevención y control de epidemias en diferentes países y regiones tendrán un impacto en las entregas. Las empresas deben estar atentas a los cambios internacionales y adaptar sus planes logísticos con flexibilidad.